Jean Paul Gaultier: Otra nueva propuesta que rompe con todos los parámetros

La Semana de la Alta Costura comenzó y Jean Paul Gaultier estuvo allí con sus propuestas irónicas y futuristas una vez más. Presentó su colección en Paris, mostrándonos por qué sigue siendo uno de los diseñadores más reconocido.

El enfant terrible, como se lo conoce en el mundo de la moda francesa, comenzó abriendo su camino rompiendo con los tabúes de la sexualidad, cuestionando los roles de género e introduciendo la diversidad étnica. Desde el corsé diseñado para la gira de Madonna, el jersey marinero y la chaqueta entallada, siempre fue uno de los diseñadores con un pie adelante con respecto tanto a la industria como al pensamiento de la sociedad en general. Siempre fue un icono de lo controversial y de romper los parámetros impuestos por el mundo de la moda. Gaultier nunca fue un referente de la estética futurista, pero si un diseñador que deja volar su cabeza y su imaginación buscando representar una moda que podría haber los próximos años. Sus propuestas no buscan introducir tendencias ni reconocimiento, sino poder mostrar más allá de lo que estamos acostumbrados a ver y pensar. No solo nos muestra una estética sino también un pensamiento sobre el género. Se alejó de la sexualidad mostrándonos que los cuerpos son simplemente cuerpos y que la sexualidad es una condición determinada en nuestro nacimiento, pero no nuestra elección. Demostró que la moda puede ser inteligente y comunicar contenidos sociales. Todo esto y más nos presentó en su nueva colección de Alta Costura Otoño-Invierno 2019/2020.

La colección fue luciéndose en una pasarela recta cargada de luces azuladas entre las que las modelos traspasaban distintas secciones de claridad y oscuridad , con una ambientación teatral. Los invitados se encontraban a los costados de la pasarela, pudiendo seguir el recorrido en su totalidad ida y vuelta.

¿Pero con qué nos encontramos en su desfile? Nos mostró sofisticación y formalidad, el cual estaba marcado por el uso de texturas geométricas, pieles sintéticas y texturas de las pieles como estampados. Un estilo teatral que nos remitía a la época victoriana y rococó con sus cuellos altos, telas de encaje, hombreras exageradamente triangulares y una cintura alta bien marcada. Pero el eje principal de la colección está anclado a la idea de la sudadera con capucha. Desestructurando su composición presentó largas capas y la tan usada tendencia del vestido con capa, transmitiendo empoderamiento y sensualidad en las mujeres. Esto también lo pudimos observar en un patrón que se repetía en todo el desfile, los tacos aguja. Estos siempre fueron un símbolo empresarial y sensual, siendo el IT del momento temporadas atrás. Pero no eran simples tacos agujas, sino que su diseño también estaba intervenido por el diseñador. Rodeadas con las pieles sintéticas utilizadas formó unas polainas como composición de los tacones, creando una única pieza. Otro de los patrones que se repetía era la utilización de las medias cancán, las cuales son un símbolo de sensualidad para el invierno.

Las tipologías no necesitaban de las modelos para ser lucidas, sino al revés. Estas se ven adaptadas a los diseños, exagerando o pareciendo distorsionadas algunas partes del cuerpo. Cuellos largos generados por el largo hacia arriba de las solapas, pantalones altos hasta el busto y muchas cuestiones más.

Teatralidad, sensualidad y emblemático fue lo que se vio una vez más en la nueva propuesta del diseñador. Dejando de lado las tendencias Jean Paul Gaultier siempre busca conectar con el público a través de las nuevas propuestas y las nuevas miradas hacia los cambios. Siempre encontrándose un paso adelante.